12 Jul 2021
- Las sesiones del juicio oral finalizaron hoy, 12 de julio, en la Audiencia Provincial de Pontevedra; donde se celebró el informe final acerca de los resultados de la prueba.
- La acusación popular de la Fundación Amigos de Galicia la llevó el Letrado de la entidad, D. Francisco José Lago Calvo, y la Procuradora Dª Raquel Santos García
- El Letrado de la entidad, Francisco José Lago Calvo se ha mantenido en la sesión del día de hoy en sus conclusiones: “una vez practicada la prueba consideramos acreditado que el acusado, y así lo ha manifestado también el Ministerio Fiscal salvo en el caso de uno de los menores, resulta responsable de los hechos".
Con el objetivo de defender los derechos de los menores que sufren cualquier tipo de abuso, Fundación Amigos de Galicia se personaba como acusación popular en el caso del Jdo. de Primera Instancia e Instrucción Nº4 de Cambados sobre los presuntos abusos sexuales contra menores cometidos en el año 2019 por un sacerdote que ejercía como profesor de religión en el Colegio Salesianos de Vigo.
Tras casi dos años desde que ocurrieron los hechos –que comenzaron el 23 de abril de 2019, continuaron el 01 de junio en la Asociación Juvenil Abertal; y entre el 15 y el 23 de julio del mismo año, durante unas convivencias que el presunto autor del delito dirigía en las instalaciones de los Salesianos situadas en Cambados- las sesiones del juicio oral se desarrollaron durante los días 06, 07, 08 y 12 de julio en la Audiencia Provincial de Pontevedra, donde hoy se celebró el informe final acerca de los resultados de la prueba.
Fundación Amigos de Galicia actúa como acusación popular en favor de los derechos de los menores afectados, reafirmando que nos implicamos en la justicia mediante la personación en delitos que se consideran de extrema gravedad, y que implican el menoscabo de la integridad física o moral y del desarrollo de la personalidad de los menores afectados, todos ellos varones, preocupándonos por el bienestar social de los mismos; y ejercitando un derecho reconocido en el art- 125 del CE.
El Letrado de la entidad, Francisco José Lago Calvo se ha mantenido en la sesión del día de hoy en sus conclusiones: “una vez practicada la prueba consideramos acreditado que el acusado, y así lo ha manifestado también el Ministerio Fiscal, resulta responsable de los hechos.
La entidad solicita en el escrito de acusación presentado a través del Letrado; se le procede imponer al acusado una pena que oscila entre los 6 y 4 años de prisión por cada menor afectado, por delito de abusos sexuales sobre persona menor de dieciséis años, previsto y penado en el artículo 183.1, 183.4, y 192. 3, pf. 2 del CP; así como la prohibición de acercarse a los mismos y comunicarse con ellos por cualquier medio, de conformidad con lo dispuesto en los arts-57.1 y 48.2 del Código Penal. Asimismo, ha de imponerse la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad. En cuanto a la responsabilidad civil, de conformidad con artículo 109 y ss. Del Código Penal, 110 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el acusado ha de indemnizar con una cantidad económica a cada uno de los menores perjudicados por los graves perjuicios morales.
“Nosotros solicitamos 6 años de prisión por tres delitos continuados y 4 años por tres delitos aislados; pero en todo caso, al ser desarrollados todos los delitos en un mismo acto, están sujetos a la limitación penológica de que no se le puede imponer pena mayor que el triple de la más grave, es decir, que no se le podría imponer más de 18 años”, asegura Francisco José Lago Calvo.
“Considero que la prueba está acreditada. Ha habido una prueba en sentido material de contenido incriminatorio legítimamente obtenida y suficiente para enervar la presunción de inocencia”, aseguró el Letrado Francisco José Lago Calvo en el día de hoy.
Sobre los menores afectados, manifestó el Letrado de la entidad, que las declaraciones de los que acudieron al Campamento de Cambados ratificaron las manifestaciones realizadas en fase de instrucción, siendo todas ellas consistentes y persistentes en el tiempo, concurriendo la ausencia de incredibilidad subjetiva, corroborando que se trata del mismo modus operandi por parte del acusado y que no existe contradicción alguna en sus testimonios.
“Estimo que se ha probado que el acusado siempre actuaba a través de igual modus operandi: por las noches, aprovechando que los menores estaban dormidos; y acercándose siempre a un perfil similar – menores varones de entre 14 y 15 años-; menores a los que había dado clase y con los que se comunicaba a través del colegio y la asociación. Todo ello con la finalidad de inmiscuirlos en actos de inequívoco carácter sexual y así poder satisfacer su apetito sexual”, asegura el Letrado.
Desde Fundación Amigos de Galicia actuamos como parte de esta causa en defensa de los menores afectados, siendo conscientes que este tipo de conductas deja en ellos graves secuelas que afectarán a su desarrollo emocional, en muchos casos secuelas irreparables.
Así ha sido manifestado en los informes realizados a los menores afectados, presentando trastornos de estrés postraumático, o sintomatología de trastorno psicológico adaptativo de grado menos grave; así como síntomas de intrusión, evitación y aumento de la activación; pensamientos recurrentes, recuerdos angustiosos, sentimientos de culpa, vergüenza y desconfianza; así como problemas de concentración y sueño. Cabe destacar también que los hechos han derivado en que sus rendimientos académicos se vean notablemente afectados.
La existencia de abusos sexuales a menores constituye un problema de graves y profundas repercusiones psicológicas, sociales, y médicas.
“Haber sido víctima de abusos durante la infancia aumenta la vulnerabilidad de las personas en su vida adulta; y es que el maltrato durante la infancia actúa como estresor grave y produce una cascada de cambios fisiológicos y neurobiológicos que pueden provocar alteraciones permanentes en la estructura cerebral”, afirma un estudio realizado por la psicóloga de la Fundación Amigos de Galicia, Sara Roldán, sobre las secuelas de los abusos sexuales en la infancia.
“Son diversos los estudios que aseguran que los adultos que vivieron abusos en su infancia pueden presentar síntomas de estrés postraumático, los cuales interferirían con sus funciones y sentimiento de bienestar. Los maltratos suponen efectos inmediatos y, en ocasiones, crónicos si no se interviene de forma temprana y adecuada. Si atendemos a las consecuencias físicas, las secuelas pueden ser más evidentes, pero la dificultad mayor radica en las consecuencias psicológicas que, en ocasiones, no son fácilmente medibles y en otras muchas se atribuyen a otras causas. El miedo, el dolor, la falta de seguridad y la impotencia que siente dejan en él una serie de secuelas psicológicas que arrastrará a la edad adulta a menos que sea tratado por un profesional.
Fundación Amigos de Galicia en la defensa de los derechos de los menores
Vemos con frecuencia que a lo largo de la historia han ocurrido diferentes casos similares al presente, algunos reconocidos, y otros sin embargo silenciados. Se estima que solo el 15% de los casos de abusos son denunciados.
En el caso que nos ocupa queremos poner en valor que es urgente proteger a los menores de todos los tipos de violencia, así como poner al servicio de la infancia mecanismos de denuncia y reparación de los daños ocasionados. Exigimos por ello, la existencia de más herramientas de control para este tipo de situaciones; y que cuando salte la alarma ante un posible hecho, se actúe inmediatamente para evitar el mayor daño posible en los niños y niñas indefensos que lo sufren.
Dicha forma de actuar por parte del centro no puede concebirse en los tiempos que corren; y es que es responsabilidad del centro alertar a los progenitores ante un ataque tan grave para la indemnidad de los menores, como son los abusos sexuales.
Los adultos con pasado de abuso pueden ser conscientes de las secuelas de sus vivencias o no, ya que es probable que el trauma se encuentre escondido en su cerebro. De lo que no cabe duda es que, en ambos casos, dicho trauma afecta de tal manera a la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, que puede llegar a desarrollar falsas y destructivas creencias de sí misma y del mundo que le rodea.
Desde Fundación Amigos de Galicia decidimos personarnos en estas causas porque queremos que los derechos de los niños y niñas prevalezcan; así como para exigir el cumplimiento de las penas de las personas que incurren en los mismos.
Así se establece en el artículo - 6.4 de nuestros estatutos, por el que la entidad “se reservará el derecho a personarse como acusación popular en todos los procedimientos judiciales abiertos en los que existan menores desprotegidos/as”. Así como en el 6.5, referido a la protección de la infancia.